LOS CUATRO RETOS DE MICROSOFT CON WINDOWS 10 El miércoles por la mañana Microsoft hará una de sus presentaciones más importantes de su historia. Después del relevo de Steve Ballmer por Satya Nadella, el gigante de software tiene que probar que todavía tiene el calado para sacar un excelente sistema operativo. La opinión común –me incluyo– es que Windows 8 (y 8.1) no cumplieron las expectativas, y muchos usuarios simplemente lo dejaron pasar. Es más, según Netmarketshare (vía ZDNet), Windows 7 todavía está en el 56% de las máquinas que corren la plataforma de Microsoft; XP –que ya no tiene soporte– se mantiene en el 18% y Windows 8 y 8.1 solo están en el 15% de los equipos. Estas cifras muestran un panorama preocupante para Microsoft. En este momento tiene una fragmentación importante en su plataforma, algo que afecta a los desarrolladores y a la buena salud el ecosistema. No obstante, MS tiene una pequeña excusa. Al ser el sistema operativo preferido por las empresas, se sabe que los ciclos de cambio son mucho más largos por los problemas y costos que representa actualizar muchas máquinas y garantizar la compatibilidad con las aplicaciones ‘legacy’. Todos estos obstáculos tendrán que ser solucionados en la presentación de mañana miércoles. Microsoft, bajo la tutela de Nadella, se ha comportado como una compañía más ágil, acogiendo otras plataformas (véase el caso de Office en iOS y Android), sacando productos más rápido y corrigiendo errores del pasado. Sin embargo, su producto estrella, su abanderado, todavía está en un estado medio caótico. Por eso, mañana el público espera una visión más clara del siguiente paso del sistema operativo para PC más importante del mundo. Microsoft tiene un extraño patrón. Parece que en una versión acierta y en la siguiente no. Lleva pasando mucho tiempo: Windows 98 fue un éxito mientras que Windows 2000 (o su peor versión, Me) fue un fracaso. Después llegó XP y su éxito mundial. Vista fracasó para ver nacer a Windows 7, el digno heredero del trono de XP. Ya discutimos los problemas de Windows 8, lo que significaría que Windows 10 debería ser un gran sistema operativo. Que ese patrón se venga cumpliendo desde hace unos 20 años no quiere decir que Windows 10 tenga su éxito garantizado. El mercado de computadores ha cambiado muchísimo en los últimos cinco años y Microsoft tiene que cambiar sus paradigmas para reclamar su lugar como el desarrollador líder del mundo. A continuación les presentamos los cuatro retos que tiene Microsoft con Windows 10. 1. Dar en el clavo con la interfaz Uno de los grandes problemas de Windows 8 fue esa dualidad que tenía la interfaz. Los usuarios podían usar Metro (yo sé que no se llama así, pero así se quedó) o el escritorio tradicional. Cambiar entre una y otra era complicado y algunos programas abrían en la interfaz que uno no estaba usando. Detalles más o detalles menos, el experimento no funcionó. Con Windows 10, Microsoft quiere introducir un concepto que llaman Continuum. Esta nueva función sabe si el usuario está usando el computador tradicionalmente o como una tableta, y ajusta la interfaz al modo adecuado. Lo mismo puede hacer detectando el tipo de dispositivo. Con una Surface, por ejemplo, sabe que si tiene el teclado integrado va al escritorio tradicional, pero si está en modo tableta cambia a la interfaz táctil. ¿Funcionará? Mañana sabremos un poco más, pero este aspecto es fundamental para que Microsoft pueda ejecutar su visión de tener el mismo sistema operativo en cientos de dispositivos diferentes. 2. ¡THIS IS SPARTA(N)! Así podría ser el nuevo navegador de Microsoft. En el pasado, la empresa de Redmond tenía el navegador por excelencia. Con prácticas de monopolio logró destruir a Netscape, su principal rival en ese momento. Pero esa misma estrategia le costó el negocio, ya que Microsoft tuvo que ofrecer opciones de navegador al instalar el sistema operativo. Ahí llegó Firefox y posteriormente Chrome, que dejaron a Internet Explorer comiendo un poco de tierra. Si Spartan triunfa, puede canalizar más usuarios a Bing y OneDrive Y Microsoft trató. Actualizó IE y trató de hacerle un mercadeo mejor. Pero el daño estaba hecho. Por eso, decidieron cambiar totalmente el nombre y empezar el proyecto de cero. El nuevo navegador se llamara Spartan y busca incorporar todas las funciones que tiene la competencia como extensiones y adiciones. Además, será la plataforma predilecta para seguir distribuyendo Cortana, el asistente de voz de Microsoft. La importancia del navegador no se puede subestimar. Por ahí pasa mucha información y si Microsoft triunfa puede canalizar más búsquedas a Bing –y a otros productos como OneDrive– y empezar a ganar mercado en dichos segmentos. 3. Gratis siempre es mejor, ¿pero se puede? Windows tiene dos grandes problemas que se llaman Mac OS y Linux. Sus dos grandes competidores en sistemas operativos de escritorio son distribuidos gratuitamente. Linux lo viene haciendo desde su nacimiento bajo su modelo de software libre, y Apple rompió su modelo cuando regaló Mavericks a todos los usuarios de un Mac. La organización de Nadella tiene un gran problema porque Apple y Linux tienen modelos exitosos por diferentes razones. Dejando a un lado Linux, que cuenta con el apoyo de millones de seguidores que regalan su tiempo por el simple amor al sistema, es más interesante enfocarse en Apple. Cupertino se puede dar el lujo de ‘regalar’ su sistema operativo porque de alguna manera lo cobra en el precio del equipo. Para nadie debe ser un misterio que los computadores de Apple son más caros que la competencia y la explicación está en el diseño superior y –en parte– en el costo del software. Microsoft no puede hacer eso. Como ellos no venden computadores (a excepción del Surface), no se pueden dar el lujo de regalar el sistema operativo porque no tiene por dónde ‘cobrar’. La única forma es que tenga tanta confianza en sus servicios –como Bing– que pueda absorber el costo de regalar el sistema. Eso sería como el modelo de Google con Android. Sin embargo, no creo que Microsoft esté en esa posición todavía. Microsoft necesita una solución innovadora para poder competir en un mercado que en este momento tiene condiciones adversas. Esa será una de las grandes preguntas de la conferencia de mañana y ojalá tengamos respuesta. 4. ‘One ring to rule them all’ Microsoft tiene que jugar en diferentes mercados. Nadella ha dicho que Windows 10 será un sistema operativo que corra en computadores de escritorio y en celulares de baja gama. Esto suena muy bien, pero revisando los detalles, es un reto gigantesco. Cada equipo tiene pantallas diferentes, métodos de entrada únicos y múltiples especificaciones. Hacer que el sistema sea coherente y que la experiencia sea la misma en cualquier dispositivo será un reto importante. Si logran convertir esa visión en una realidad, Windows 10 se puede convertir en el gran empujón que finalmente necesita Windows Phone (que en adelante solo se llamará Windows 10). Al poder integrar las tiendas de aplicaciones, Microsoft automáticamente aumenta la base instalada de usuarios y propone un mercado más interesante para los desarrolladores. Es posible que las compañías que hacer software vean oportunidades y economías de escala al desarrollar tanto para escritorio como para móviles. El reto es hacer que el sistema sea coherente y que la experiencia sea la misma en cualquier dispositivo
LAS REDES SOCIALES COMO ALIADAS EN EL CRECIMIENTO DE SU EMPRESA Lo que empieza como una página en Facebook, una cuenta en Instagram, Snapchat o Twitter puede convertirse en el canal de comunicación más efectivo entre sus clientes y su empresa. El impacto que tienen estos medios en las personas puede ser mayor al de la publicidad tradicional. Por eso resulta esencial que los empresarios tengan en el radar a las redes sociales como sus mejores aliadas en las estrategias para ampliarse como compañía, llegar a nuevos clientes o comunicarse más rápido con ellos. La ventaja de tener una campaña publicitaria en las redes sociales se asocia con la cantidad de tiempo que pasan las personas (clientes potenciales) navegando en ellas sin estar buscando algo en particular. Por eso resulta tan efectivo que su página o su campaña sea llamativa para capturar la atención de alguien que sin querer se encontró con su empresa en internet. En Facebook, las organizaciones pueden utilizar insights para delimitar las fechas de duración de un anuncio y saber a qué horas su público consume más contenido. Esta herramienta es esencial para saber en qué momento será más efectiva su campaña. Además, Facebook tiene su propia página para los negocios llamada ‘Facebook for Business’. Allí los usuarios pueden crear sus páginas y permitir que la red social contribuya con sus objetivos comerciales, indicándoles paso a paso cómo crear su página comercial. Revisemos un poco el caso de Instagram. Si bien la popular aplicación de fotos empezó a mostrar avisos publicitarios, no es necesario que una Pyme invierta en la red social para tener éxito en ella. Al no funcionar con un algoritmo en el que se muestren las cuentas más visitadas por los usuarios, si una empresa se gana el ‘follow’ de un cliente, sus publicaciones aparecerán a la par de las de los amigos del usuario. De este modo, el cliente está ‘obligado’ a ver sus imágenes que puedan invitar a comprar un producto o un servicio. Nuevamente es clave que la cuenta tenga imágenes llamativas para hacerse nuevos seguidores. Por eso, no hay que subestimar el valor que tiene un ‘me gusta’ en alguna de estas redes sociales. Recordemos que estas están diseñadas para que nuestros amigos vean lo que hacemos, a quiénes seguimos y que cosas marcamos como favoritas. Si alguien marca como favorita alguna foto de su catálogo y alguien más se da cuenta, es probable que pueda aumentar su número de clientes sin darse cuenta.